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Desenterrando el reino oculto: la búsqueda de educación fúngica en nuestras escuelas

Al reconocer el papel ecológico de los hongos, su potencial médico y sus beneficios agrícolas, empoderamos a los estudiantes para que sean conscientes del medio ambiente y contribuyan de forma innovadora a un futuro sostenible.

August 15, 2023

Merlin Sheldrake

FFungi Staff

UK Policy Lead

FFungi Volunteer

En mi papel de educadora, siempre he creído que fomentar una conexión más profunda con la naturaleza es fundamental para el crecimiento de nuestros alumnos. Las maravillas de la naturaleza son abundantes, y uno de sus reinos más infravalorados es el de los hongos. Me preocupa profundamente la falta de educación sobre los hongos en el sistema escolar de Estados Unidos: es desalentador darse cuenta de que, mientras los animales y las plantas están ampliamente cubiertos en nuestros planes de estudio, los hongos están relegados a las sombras con una mención mínima en los Estándares de Ciencias de Nueva Generación ("Next Generation Science Standards" - NGSS) ¡una sola vez en contraste con 81 veces en el caso de los animales y 86 veces en el caso de las plantas!

Entender la importancia de los hongos no es sólo una cuestión estrictamente académica, sino una parte integral de la comprensión del complejo tejido de la naturaleza en su totalidad. Al incorporar la educación fúngica en nuestros programas escolares, podemos alimentar las mentes curiosas de nuestros alumnos e iluminarles sobre las maravillas del mundo natural del que forman parte.

Los hongos, que abarcan una gran variedad de organismos -desde las setas y levaduras, hasta los mohos y líquenes- son los recicladores de la naturaleza. Descomponen silenciosamente la materia orgánica y devuelven nutrientes esenciales al suelo, permitiendo así que las plantas prosperen. Además, los hongos forman relaciones simbióticas esenciales con las plantas, conocidas como asociaciones micorrícicas, que potencian su capacidad para absorber agua y nutrientes. Esta interconexión tan íntima destaca la importancia de incluir el estudio de los hongos en el contexto de la biología y la ecología.

Más allá de su importancia ecológica, los hongos ofrecen un enorme potencial para aplicaciones médicas e industriales. Muchos medicamentos que salvan vidas, entre ellos antibióticos como la penicilina, proceden de hongos. Exponiendo a los estudiantes al mundo de los hongos, podemos despertar su curiosidad por el campo de la biotecnología y demostrar cómo estos maravillosos organismos pueden aprovecharse en beneficio de la salud humana y de diversas industrias.

Nuestro planeta se enfrenta a un sinfín de retos medioambientales que exigen atención urgente. Incorporando conocimientos sobre los hongos a nuestro plan de estudios, los alumnos pueden comprender mejor el papel fundamental que desempeñan estos organismos en el mantenimiento del equilibrio ecológico. Con este conocimiento, los estudiantes tendrán más capacidad para apreciar y contribuir a los esfuerzos de conservación, formando así una generación de guardianes responsables de los frágiles ecosistemas de nuestro planeta.

Además, el sector agrícola puede beneficiarse enormemente de un conocimiento más profundo del reino fungi. Los hongos micorrícicos, por ejemplo, desempeñan un papel fundamental en la mejora del crecimiento de las plantas y la absorción de nutrientes. Educando a nuestros alumnos sobre esta relación simbiótica, podemos promover prácticas agrícolas sostenibles que mejoren el rendimiento de los cultivos y reduzcan la dependencia de los fertilizantes químicos.

Además, la educación sobre los hongos puede despertar la curiosidad científica de nuestros alumnos. Como educadores, tenemos el privilegio de introducirles al fascinante mundo fúngico, alimentando un sentido de asombro sobre el mundo natural. Esto, a su vez, puede inspirar a muchas mentes jóvenes a continuar sus estudios en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), contribuyendo al avance del conocimiento y la innovación.

Como educadora, creo firmemente que integrar los estudios sobre la funga en nuestros programas escolares no es sólo una buena causa, sino una necesidad. Es un paso fundamental para reducir la brecha en nuestra comprensión del mundo natural y abrir un mundo de posibilidades ecológicas, médicas e industriales. 

Empoderar a nuestros estudiantes con conocimientos fúngicos les permitirá convertirse en individuos conscientes del medio ambiente, exploradores de avances científicos y contribuyentes a soluciones sostenibles. Desenterremos juntos el reino oculto de los hongos, reconozcamos su importancia y fomentemos su estudio para conseguir un futuro mejor y más sostenible para todos.

Texto traducido por Catherine Euale, Voluntaria del Programa de Educación Fundación Fungi.